1605
Fundación de la Villa de Monte Plata: Con los pueblos de Monte Cristo y
Puerto Plata, los cuales fueron devastados por disposición del rey de España
Felipe II y ejecutada por Antonio Osorio, Gobernador de la Isla, es fundada la
Villa de Monte Plata. Los mismos pueblos devastados le dieron su nombre,
unieron Monte de Monte Cristo y Plata de Puerto Plata llamándolo Monte Plata,
fueron 87 vecinos es decir cabezas de familias los que fundaron esta villa.
1768
Las ordenanzas contra la deserción de los negros imponen a los dueños
el pago de 3 reales de plata diarios para los esclavos enfermos del hospital.
1800
El Comisionado del Gobierno Francés, Roume de Saint Laurent, es
obligado por las tropas del General Toussaint L'Ouverture a firmar un decreto
que le autorizara a tomar posesión de la parte española, en cumplimento del
Tratado de Basilea. El decreto les es remitido inmediatamente al Gobernador de
la parte española Don Joaquín García y al representante del Gobierno Francés en
Santo Domingo General Antonio Chalatte. Al conocerse el decreto en Santo
Domingo, la población se consterna presa de pánico. La gente, los miembros de
la Iglesia, el Cabildo, llenos de angustia y zozobra piden que no se entregue
la plaza y que se pospusiese la toma de posesión. Dos días después, el General
Agé, acompañado sólo de su ayudante y su secretario requiere la entrega del
mando de la Colonia a García y Chanlatte.
1850
El Ministerio de Hacienda dispone una emisión de billetes para reunir
$60,000 en oro para financiar los gastos de guerra con Haití.
1860
En una carta dirigida a la Reina de Isabel II de España, Santana se
expresa en términos que no dejan duda de que el interés de su Gobierno, más que
un protectorado, era anexar el país a España, nación de la cual, decía Santana,
los dominicanos no debieron haberse separado nunca.
1876
Alrededor de las diez de la mañana, llega proveniente de la ciudad de
Santiago de los Caballeros a la ciudad capital el ciudadano Ulises Francisco
Espaillat, quien fuese elegido el pasado 24 de marzo por medio de elecciones y
proclamado el 15 de abril por la Cámara Legislativa. Espaillat tomaría posesión
de su cargo presidencial dos días después, el 29 de abril de 1876.
1962
El Consejo de Estado promulga la Ley 5879 por la cual se crea el
Instituto Agrario Dominicano (IAD), organismo descentralizado del Estado
responsable de llevar a cabo el proceso de la Reforma Agraria en la República
Dominicana. La nueva ley obedecía al proceso de democratización que se originó
con la caída de la tiranía trujillista a mediado del año anterior (1961), el
cual permitió que el Estado Dominicano recuperara cuatro millones de tareas,
que fueron confiscadas e integradas al patrimonio nacional. Además, se creó
mediante decreto La Dirección General de la Reforma Agraria, que orientó los
trabajos de elaboración de una legislación sobre la materia y distribuyó parte
de las tierras recuperadas como avance al proceso de Reforma Agraria.
1962
El Consejo de Estado declara día festivo no laborable el 30 de mayo, en
conmemoración del ajusticiamiento del tirano Rafael Leonidas Trujillo.
1963
En Haití, tropas armadas y de la milicia civil rodean las embajadas
dominicana, brasileña y venezolana donde se habían asilado al menos 48
haitianos.
1965
Revolución de Abril'65: En horas de la mañana, el presidente Rafael
Molina Ureña nombra, entre otros funcionarios, al coronel Francisco Alberto
Caamaño Deñó, "Jefe de Operaciones Militares" y dispone la
cancelación de otros, entre ellos, el General Elías Wessin y Wessin; a la vez
que emite un comunicado en que permite regresar al país a "todos los
nacionales que fueron arbitrariamente desterrados de la República".
Las disposiciones del presidente se producen en momentos en que el Palacio Nacional -y toda la ciudad- es bombardeada por aviones de la Fuerza Aérea. La Marina de Guerra, hasta ese momento neutral en el conflicto, se une a las fuerzas de Wessin, y sus barcos bombardean igualmente al palacio presidencial, el cual debe ser evacuado. Para contrarrestar los bombardeos los constitucionalistas instruyen a la ciudadanía para que ponga espejos en las azoteas de las casas con el fin de que los reflejos resten visibilidad a los aviadores. Por su parte, la Policía Nacional, o llamados cascos blancos, aún "indefinida", ametrallan al pueblo en diferentes sectores de la ciudad. Independientemente de las fuerzas de San Isidro, otra fuerza militar, el Batallón Mella, se pertrecha al oeste de la ciudad dispuesto a atacar; este batallón pertenecía al denominado "Clan de San Cristóbal", el cual era liderado por el coronel Neit Nivar Seijas, partidario del retorno del ex presidente Joaquín Balaguer.
Las disposiciones del presidente se producen en momentos en que el Palacio Nacional -y toda la ciudad- es bombardeada por aviones de la Fuerza Aérea. La Marina de Guerra, hasta ese momento neutral en el conflicto, se une a las fuerzas de Wessin, y sus barcos bombardean igualmente al palacio presidencial, el cual debe ser evacuado. Para contrarrestar los bombardeos los constitucionalistas instruyen a la ciudadanía para que ponga espejos en las azoteas de las casas con el fin de que los reflejos resten visibilidad a los aviadores. Por su parte, la Policía Nacional, o llamados cascos blancos, aún "indefinida", ametrallan al pueblo en diferentes sectores de la ciudad. Independientemente de las fuerzas de San Isidro, otra fuerza militar, el Batallón Mella, se pertrecha al oeste de la ciudad dispuesto a atacar; este batallón pertenecía al denominado "Clan de San Cristóbal", el cual era liderado por el coronel Neit Nivar Seijas, partidario del retorno del ex presidente Joaquín Balaguer.
"Cuando
se produjo la designación de Caamaño como jefe militar de los constitucionalistas...
Caamaño se dirigió de inmediato al puente, siguiendo las instrucciones de
Molina Ureña de concentrar todos los efectivos, por ser el punto donde se
esperaba la embestida del CEFA. Ahí había quedado una tropa no mayor de 300
soldados, pues se habían sufrido bajas cuantiosas, a cuyo mando se encontraba
el mayor Lora Fernández y unos veinte oficiales más. Caamaño tomó nuevas
medidas para dirigir la repitencia ante la previsible batalla que se avecinaba.
Dispuso que se entregaran unidades ubicadas en distintos lugares de la ciudad,
aun a riesgo de quedar sin retaguardia, pues se sabía que el general Salvador
Montás Guerrero, integrante del Clan de San Cristóbal, se había puesto al
frente del Batallón Mella y se disponía atacar desde la zona de la Feria".
Roberto Cassá, "Francisco Alberto
Caamaño Deñó, el Gigante de Abril". Colección Biografías Dominicanas,
Tobagán, 2003.
Alrededor
del medio día, el presidente Molina Ureña, el alto mando constitucionalista y
varios dirigentes del PRD, se dirigen a la Embajada Norteamericana a tratar de
conseguir su mediación para lograr un acuerdo con los militares de San Isidro.
Luego de una acalorada discusión el embajador norteamericano William Tapley
Bennett le dice a los constitucionalistas: "Este no es el momento de negociar,
sino de rendirse... vayan ustedes mismos a ver a Wessin. Están
vencidos...". De inmediato el Presidente Provisional Dr. Molina Ureña,
renunció y procedió a asilarse en la embajada de Colombia. Igual camino
siguieron otros dirigentes constitucionalistas, civiles y militares, sobre todo
del PRD, convencidos de que era inevitable la derrota. Cuando todos los
oficiales militares salían del despacho del embajador norteamericano, el
coronel Francisco Alberto Caamaño Deñó, se detuvo en la puerta y le dijo:
"Permítame decirle que continuaremos la lucha suceda lo que suceda...
Antes de veinticuatro horas estará Ud. intercediendo para impedir que las
fuerzas de Wessin sean totalmente aniquiladas...".
Resumido del Documental "La Trinchera
del Honor", de René Fortunato, 1988.
Al
salir de la embajada, el Coronel Caamaño, junto a otros colaboradores cercanos,
se dirigió al Puente Duarte donde las tropas de Wessin avanzaban hacia el
centro de la ciudad. La presencia de Caamaño junto a otros militares
constitucionalistas en la margen oriental del Puente Duarte, levantó la moral
de los combatientes, quienes liderados por el mismo Caamaño, hicieron
retroceder las fuerzas de Wessin hasta dejarlas en desbandada.
"Hacia
las 2:30 p. m., Caamaño llegó al escenario del combate a retomar el control de
las operaciones, cuando ya las unidades del CEFA se habían desplegado por la
avenida Amado García Guerrero y casi llegaban a la avenida Duarte... hacia al
centro de la ciudad. La tropa constitucionalista, dejada al mando de Lora Fernández,
el ex coronel Gerardo Marte y el ex mayor Fabio Chestaro, presentaba
resistencia. Para ese momento, empero, no pocos soldados y oficiales
constitucionalistas habían desertado ante la previsible derrota.
Caamaño y los otros oficiales contaban sobre todo, para fines operativos, con un contingente de hombres ranas, cuerpo élite de la Marina de Guerra especializado en tareas que requerían un sobresaliente papel en los hechos ulteriores. Quedaban restos de las compañías del Ejército Nacional que habían defendido las posiciones durante los días previos, diezmadas por los bombardeos. Más tarde enconaron un pequeño contingente de la Marina que había abandonado uno de los barcos anclados en el Ozama" y "...la multitud del pueblo..., compuesta casi en su totalidad de pobres de las barriadas cercanas, se había dispuesto a jugárselas todas para impedir la entrada del CEFA.
"Caamaño fue del criterio de que debía enfrentarse al CEFA mediante una acción militar organizada, que se aunara con la resistencia popular... Hizo una breve consulta con los oficiales congregados en la Duarte casi esquina París, siendo importantes las consideraciones externadas por el entrenador de los Hombres Ranas, el italiano Ilio Capozzi, con vasta experiencia bélica desde la Segunda Guerra Mundial al servicio del eje nazi-fascista. el punto clave de la contraofensiva acordada consistiría en romper en varios puntos la línea del CEFA... A partir de tal premisa, Caamaño distribuyó a militares y civiles en tres destacamentos: uno al mando del ex mayor Chestaro, el segundo de Montes Arache y el tercero bajo su mando personal, en compañía de Gerardo Marte, Capozzi, Claudio Caamaño y algunos oficiales. Los tres cuerpos atacarían al CEFA desde el sur para, luego de romper su línea, realizar eventuales movimientos de aniquilamiento. Montes Arache traspasó sin dificultad la avenida Amado García y atacaba desde el norte por la calle Ana Valverde. Los militares constitucionalitas apostados en sitios favorables comenzaron a infligir grandes bajas al enemigo, cuyas líneas se desmoronaron, refugiándose muchos en la inmediaciones del puente y la incineradora de basura... con la infantería desbandada, hicieron aparición los tanques, los cuales encontraron dificultades para avanzar a causa de no contar con las suficientes tropas que debían acompañarlos... Con prontitud, algunos tanques habían sido inmovilizados, otros capturados, centenares de soldados muertos o heridos y tantos otros desbandados. Del lado del pueblo los muertos se contaron por muchos centenares...
Caamaño y los otros oficiales contaban sobre todo, para fines operativos, con un contingente de hombres ranas, cuerpo élite de la Marina de Guerra especializado en tareas que requerían un sobresaliente papel en los hechos ulteriores. Quedaban restos de las compañías del Ejército Nacional que habían defendido las posiciones durante los días previos, diezmadas por los bombardeos. Más tarde enconaron un pequeño contingente de la Marina que había abandonado uno de los barcos anclados en el Ozama" y "...la multitud del pueblo..., compuesta casi en su totalidad de pobres de las barriadas cercanas, se había dispuesto a jugárselas todas para impedir la entrada del CEFA.
"Caamaño fue del criterio de que debía enfrentarse al CEFA mediante una acción militar organizada, que se aunara con la resistencia popular... Hizo una breve consulta con los oficiales congregados en la Duarte casi esquina París, siendo importantes las consideraciones externadas por el entrenador de los Hombres Ranas, el italiano Ilio Capozzi, con vasta experiencia bélica desde la Segunda Guerra Mundial al servicio del eje nazi-fascista. el punto clave de la contraofensiva acordada consistiría en romper en varios puntos la línea del CEFA... A partir de tal premisa, Caamaño distribuyó a militares y civiles en tres destacamentos: uno al mando del ex mayor Chestaro, el segundo de Montes Arache y el tercero bajo su mando personal, en compañía de Gerardo Marte, Capozzi, Claudio Caamaño y algunos oficiales. Los tres cuerpos atacarían al CEFA desde el sur para, luego de romper su línea, realizar eventuales movimientos de aniquilamiento. Montes Arache traspasó sin dificultad la avenida Amado García y atacaba desde el norte por la calle Ana Valverde. Los militares constitucionalitas apostados en sitios favorables comenzaron a infligir grandes bajas al enemigo, cuyas líneas se desmoronaron, refugiándose muchos en la inmediaciones del puente y la incineradora de basura... con la infantería desbandada, hicieron aparición los tanques, los cuales encontraron dificultades para avanzar a causa de no contar con las suficientes tropas que debían acompañarlos... Con prontitud, algunos tanques habían sido inmovilizados, otros capturados, centenares de soldados muertos o heridos y tantos otros desbandados. Del lado del pueblo los muertos se contaron por muchos centenares...
"[Llegada
la noche] en la avenida Duarte la multitud celebraba el triunfo, ajeno al mismo
el resto de la ciudad. Mujeres pobres sacaron sus frituras y, entre cadáveres
acribillados por la aviación o de soldados del CEFA, se cantó y bailó por el triunfo.
Los vencedores se congratulaban, reconociendo que tenían ante sí al militar sin
cuyo comando no se habría obtenido la victoria. El resto del país, incluso los
combatientes dentro de la ciudad, tardaría hasta el día siguiente en conocer la
identidad del héroe sobresaliente de la hora.
"Los comandantes vencedores se distribuyeron por diversos puntos del casco colonial, seguros de que debería ser el bastión desde el cual proceder a la reorganización al día siguiente... Esa noche Caamaño visitó la redacción del Listín Diario, donde por largo rato transmitió los pormenores de lo ocurrido a su director y a algunos de sus propietarios...".
"Los comandantes vencedores se distribuyeron por diversos puntos del casco colonial, seguros de que debería ser el bastión desde el cual proceder a la reorganización al día siguiente... Esa noche Caamaño visitó la redacción del Listín Diario, donde por largo rato transmitió los pormenores de lo ocurrido a su director y a algunos de sus propietarios...".
Roberto Cassá, Ibíd.
Esa misma noche, luego de que se produjera la batalla del puente Duarte
y ante la imposibilidad de las tropas de San Isidro de tomar la ciudad, tal
como le profetizara Caamaño, el embajador norteamericano William T. Bennett
enviaba un cable a Washington comentando sobre la situación: "The generals
at San Isidro were dejected, several were weeping, and one was hysterically
urging 'retreat'", ("Los generales en San Isidro han sido abatidos,
algunos llorosos, y uno urgía histéricamente a 'replegarse'"). El
embajador agregaba que "elementos castroides" se llevarían la
victoria. Con este comentario la administración norteamericana se posicionaba
en contra de la causa rebelde y se iniciaba una campaña de descrédito para las
fuerzas rebeldes al invocar el sentimiento anticomunista. Mientras, el
portaviones estadounidense "Boxer" se acerca a las costas dominicanas
con 1,500 marines a bordo.
1972
El presidente Balaguer envía una carta al Congreso Nacional para que
destituya al síndico del Distrito Nacional, doctor Manuel Antonio Jiménez
Rodríguez (Manolín), acusándolo de "abierta desobediencia contra el orden
institucional imperante", al auspiciar la instalación de una Junta
Militar. En la misma se citaba el testimonio del general de brigada Adriano
Valdez Hilario, quien afirmaba que el síndico lo había instado a formar dicha
junta. En horas de la noche, Manolín Jiménez se asila en la Embajada de México
acompañado de varios de sus colaboradores cercanos, quienes salieron rumbo a
dicho país tres días después en calidad de exilados políticos. En su lugar el
Congrego designó al dirigente reformista Juan Rafael Estrella Rojas.
1976
El Vaticano, Roma (Italia), el Papa Pablo VI anuncia oficialmente la
ordenación del Arzobispo de Santo Domingo, Monseñor Octavio A. Beras, como
primer Cardenal de la República Dominicana.
2014
Béisbol de Grandes Ligas: En partido efectuado en el estadio Rogers
Centre de Toronto, jugando los Blue Jays en contra de los Medias Rojas de
Boston, se da el caso, por primera vez en la historia del béisbol
norteamericano, que un equipo juegue con ocho peloteros de un país latino. Los
azulejos presentaron ocho beisbolistas dominicanos. Ellos fueron: José Reyes
(SS), Melky Cabrera (LF), José Bautista (CF), Edwin Encarnación (1B), Juan
Francisco (BD), Moisés Sierra (RF), Jonathan Díaz (2B) y Esmil Rogers (P); lo
cual constituyó un record. El encuentro fue ganado por Toronto con marcador de
7 a 0, cortando una mala racha de cuatro derrotas consecutivas.
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